"Waltz for Two Amigos" is a collection of traditional and original waltzes of Venezuela that showcases Javier Montilla and Pedro Andrés Pérez (flute and guitar), with virtuoso guest musicians.
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Javier Montilla, flauta/flute
Pedro Andrés Pérez, guitarra/guitar
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Música para flauta y guitarra/ Music for flute and guitar
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1) Waltz for Two Amigos. Aldemaro Romero
2) Refugio. Gonzalo Teppa
3) Vals Venezolano de Aires Tropicales. Paquito D’Rivera
4) Arrullo de Amor. Pedro Andrés Pérez
5) Nocturno 1. Javier Montilla
6) Tu Vals. Pedro Andrés Pérez.
7) Destilado de Vals. Ricardo Teruel
8) Eloísa. Federico Ruiz
9) Vals de las Estampas Criollas. Beatriz Lockhart
10) La Buñuelezca. Saúl Vera
11) Desde el Valle del Turbio. Pablo Camacaro
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Músicos invitados/guest musicians:
Xavier Perry, bajo electro-acústico/electro-acoustic bass, 9 y 11
Miguel Chacón, bajo eléctrico/electric bass, 2 y 10
Juan Carlos Silva, percusión menor y maracas en/percussion and maracas 5 y 10
Federico Ruiz, acordeón/accordion, 6
Javier Arvelo, cuatro, 11.
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Créditos/credits:
Grabado, editado y mezclado entre los meses de Mayo a Noviembre de 2015 en el Estudio Personal de Miguel Chacón.
Recorded, edited, and mixed between May and November of 2015 at Miguel Chacón’s personal recording studio.
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Grabación, edición y mezcla/recorded, edited and mixed by: Miguel Chacón.
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Diagramación de la portada para Youtube/Cover for Youtube: Christy Camba.
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Agradecimientos/Thanks to: Miguel Chacón, Javier Arvelo, Federico Ruiz, Ricardo Teruel, Aldemaro Romero, Pablo Camacaro, Saúl Vera, Gonzalo Teppa, Juan Carlos Silva, Xavier Perry, Eloísa Romero y Fundación Musical “Simón Bolívar”.
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Cover Text, in Spanish:
Waltz for two amigos
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La música, con su poder evocador, ha tenido arte y parte a lo largo del intenso proceso de mestizaje gestado en estas tierras a partir del arribo español. Géneros musicales europeos, especialmente españoles (con toda su carga árabe a cuestas) se forman y transforman de múltiples maneras, como si de un laboratorio ecléctico se tratara: obras que amalgaman en sí mismas otras culturas, como la indígena y la africana, emergen con un aroma propio.
El valse venezolano es heredero de esas mezclas, aunque en origen se puede rastrear desde el Landler vienés, el cual evoluciona y se populariza a partir del siglo XIX en las cortes europeas, y tiene su cúspide en los valses de Johann Strauss.
En Venezuela, el valse se arraiga tanto en los alejados Andes como en la zona central del país. Se interpreta en diferentes escenarios y contextos, desde el piano solo, escuchado en los salones de concierto y de familias posicionadas socialmente, hasta en las manos de jóvenes doncellas o virtuosos, así como en las bandas marciales que lo interpretan en los palacios de gobierno durante las ceremonias oficiales. Incluso, el vals hace parte de la calle, donde violinistas aficionados lo convierten en una maravillosa manera de expresarse, tal como aún puede evidenciarse en los andes venezolanos.
Ante tal capacidad, no es de extrañar que el momento de oro del valse venezolano alcanzara casi un siglo de plenitud (de 1870 hasta aproximadamente 1950), y que, hasta nuestros días, siga alimentando de manera importante el abanico de géneros venezolanos, pues sigue latiendo en el corazón del repertorio musical de cualquier grupo, banda o solista venezolano.
El vals sigue siendo una vital fuente de inspiración para muchos compositores e intérpretes. El excelso guitarrista y compositor Antonio Lauro, hizo de este género su musa para inspirar sus grandes composiciones para guitarra. Su Vals #4 de la Suite Venezolana es el punto de partida histórico de esta producción discográfica.
La guitarra, instrumento por excelencia del trovador y serenatero venezolano, se enaltece cuando se convierte en el medio musical que deja salir un valse de Lauro, resaltando en cada nota toda nuestra venezolanidad en su más puro estado, razón más que suficiente para que el Dúo rinda tributo a las composiciones del maestro Lauro como parte del ideario musical venezolano, el cual ha nutrido con su aporte las creaciones de otros extraordinarios músicos de nuestra tierra.
En secuencia cronológica de autores, el disco contiene un valse de Aldemaro Romero, uno de los músicos venezolanos más polifacéticos, quien gentilmente compuso para nosotros, la pieza Waltz for two amigos, como un homenaje que celebra la amistad que lo unió con los ejecutantes de este disco. Su título, jocoso y pícaro, es una muestra inefable de hibridación que reseña el momento en que me encontraba estudiando en Estados Unidos.
Siguiendo el mapa valsístico del trabajo que hoy presentamos, sigue una obra también dedicada al dúo, En el valle turbio, escrita por Pablo Camacaro, compositor prolífico y extraordinario ejecutante de cuatro en el grupo Raíces de Venezuela, referencia nacional de la música tradicional instrumental. Igualmente, hemos adaptado a la flauta y la guitarra, otros formatos, como lo son las obras Destilado de vals y Eloísa, originalmente escritas para piano por los compositores venezolanos Ricardo Teruel y Federico Ruiz, respectivamente. Además, incluimos a dos autores muy particulares en su estilo: el virtuoso del contrabajo Gonzalo Teppa, de quien tomamos el valse Refugio, y el versátil Saúl Vera, autor del valse La Buñuelezca, ambos con una vena muy original que deja sentir su clara influencia jazzística sobre el género, abriendo la puerta a una nueva estética musical. Siguiendo en el campo fértil de inspiraciones multidireccionales, tenemos dos obras que recogen el espíritu del valse, llamados precisamente valses venezolanos: Uno de la uruguaya Beatriz Lockhart, y otro del cubano Paquito de Rivera. Vale aclarar que ambas obras forman parte de suites escritas en diferentes formatos, y fueron adaptados para esta producción; no obstante, lejos de perder su esencia como parte integrante en sus suites originales, las mismas han ganado independencia en nuestra visión del valse venezolano. Finalmente, tenemos dos temas del guitarrista Pedro Andrés Pérez, parte esencial de esta aventura musical, con sus composiciones Tu valse y Arrullo de amor, fieles exponentes de la serenata tradicional, y el valse Nocturno 1, de mi autoría, el cual se caracteriza por ciertos giros inesperados y una sentida carga nostálgica, comparable sólo a la oquedad de las miradas que se pierden en la soledad de algunas noches.
El disco cuenta con invitados de lujo que enriquecen nuestro sonido, quienes han conquistado un meritorio lugar en el espectro sonoro de la música venezolana. Las cuerdas están representadas por Xavier Perry, instrumentista versátil de comprobada maestría en el arpa clásica, el violoncello, el cuatro y el bajo. En este disco, Perry comparte el rol de bajista con Miguel Chacón, quien además de obsequiarnos su talento en el bajo eléctrico, ha sido el encargado de grabar este proyecto. Javier Arvelo, talentoso cuatrista y consecuente amigo, nos acompaña en esta velada musical con su toque intenso y elegante. Otro invitado especial es el maestro Federico Ruiz, quien logra espectaculares sonoridades con su acordeón. A él, además de agradecerle el habernos dejado grabar una de sus obras (Eloísa) debemos la fortuna de haber compartido momentos únicos durante el montaje y grabación de Tu vals, donde se desempeña como solista. Falta nombrar a Juan Carlos Silva quien nos deleita con su conocimiento y ritmo al participar con las maracas y la percusión en La Buñuelezca y el valse Nocturno #1.
Sin más preámbulos, esperamos que disfruten de este maravilloso paseo musical e histórico por uno de los géneros más hermosos, nobles y ricos de nuestro acervo musical: el vals venezolano, al que hoy rendimos este pequeño homenaje.
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Javier Montilla
San Antonio de los Altos, Venezuela. 2016.